De la mano
de Aris hemos conocido muchas cosas de los indios de Norteamérica. Este ha sido
uno de los proyectos que más nos ha gustado.
Todos
escogimos nuestro nombre indio, con los que creamos cuentos.
La madre de Alejandra nos sorprendió con una
auténtica cerbatana, y nos enseñó su manejo.
Coloreamos un mural que nos hizo Miriam, con
su tipi y su tótem, y en el que aparecíamos todos vestidos de indios.
Bailamos y
cantamos la canción cuyo trocito aparece en la presentación que ponemos más
abajo y que encontramos por internet.
Y como
recuerdo, nos llevamos a casa un tótem que fabricamos a partir del diseño que
nos hizo Miriam.
Lo mejor: descubrir que nos parecíamos mucho a los
indios porque nos gusta cuidar a la Naturaleza, y comprobar que somos parte de
ella.
Una actividad muy bonita. Tan divertida como educativa (¡además con un genial tótem de recuerdo!).
ResponderEliminarUn saludo.